La mayoría de la gente rechaza lo que no conoce, por mala información, prejuicios o temor.
Aquello de "Mejor es malo conocido que bueno por conocer"; es una triste realidad y un tremendo error de principios. Porque nunca puede ser "mejor; lo que se considera malo; ni el conformarse en la ignorancia puede ser garantía de una vida exitosa y feliz. Pero hay otro tipo de personas, entre las cuales tal vez te encontrás, que no se dejan llevar por los rumores ni por los prejuicios, personas íntegras y profundamente honestas consigo mismas, que no aceptarían ni rechazarían una información sin haberla analizado y comparado a fin de comprobar su veracidad.
Si vos perteneces a este segundo grupo, te invitamos a leer nuestras creencias y a sacar tus propias conclusiones.
Los grupos celulares o Grupos Bendición y Crecimiento, así llamados en nuestra iglesia, fueron creados para extender el reino de Dios por medio de la bendición y el crecimiento. Dentro de esta declaración general se encierra la visión de estos grupos celulares, que consta de tres partes: Cada célula y cada uno de sus participantes debe:
En primer lugar, descubriendo el pensamiento de Dios por medio de un estudio bíblico inductivo, donde todos pueden responder a las preguntas, investigar y descubrir por sí mismos las grandes verdades de la teología, la eclesiología, arqueología, geografía e historia bíblica.
En segundo lugar, cada uno puede crecer en la comunión con Dios por medio de la oración en grupo, donde todos son aceptados y estimulados a seguir avanzando paso a paso.
En tercer lugar, para fortalecer este crecimiento, cada persona que ingresa a un grupo debe ser guiada por medio de un tutor a completar dos cursos de discipulado que son esenciales para el desarrollo personal: El primero es: “Los Primeros Pasos de la Vida Cristiana” y el segundo “Didáktikos”.
La comunión y el compañerismo con otros creyentes es vital no solo para nuestro crecimiento sino para nuestra salvación. Porque la Palabra de Dios dice “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida” ¿cómo lo sabemos? “en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.” (1 Juan 3:14) Así de simple.
La visión que Dios nos ha dado en este sentido es que debemos tener, no solo comunión (o amor) los unos con los otros, sino que debemos crecer en esta comunión.
Para crecer en la comunión los unos con los otros, uno debe asistir a todas las reuniones de su célula y las reuniones de la iglesia. La vida cristiana no es para solitarios, es para convivir en familia.
Cuando uno crece en la comunión con otros se hace más comprensivo y misericordioso y no condena con facilidad. Aprende a callar y a escuchar con interés.
Este objetivo debe convertirse en un estilo de vida de cada Célula de bendición y crecimiento, hasta alcanzar con el evangelio de Cristo al barrio, la ciudad, la provincia, el país y las naciones del mundo. Porque este crecimiento permite el avance del Reino de Dios para transformar, no solo a las personas, sino también a toda la sociedad por medio del poder del evangelio de Jesucristo.
Hemos organizado una asociación sin fines de lucro, con personería jurídica: ASOCIACIÓN FILANTRÓPICA BAUTISTA PUEBLO NUEVO Sede legal: 165 (Ostende) N° 861 CP 1923 Berisso. Buenos Aires.
Nació en un hogar de colonos europeos que emigraron desde Rusia trayendo consigo su fe cristiana. A los 17 años fue llamado al ministerio, y al año siguiente ingresó al Seminario Internacional Teológico Bautista. Después de su graduación contrajo matrimonio con Elisabet Romanenghi, antes de ser enviados por la Junta de Misiones a plantar una iglesia en Puerto Iguazú, Misiones.
Al dejar el campo misionero pastoreó brevemente la Iglesia de Los Hermanos, en la ciudad de Córdoba, y de allí se trasladó a Posadas para hacerse cargo de la Primera Iglesia Bautista de esa ciudad hasta el año 1979. A partir de esta fecha asumió el pastorado en la iglesia Bautista de Berisso (Iglesia Bautista Pueblo Nuevo), donde ejerce actualmente su ministerio. Es padre de dos hijos: Raquel y David, y abuelo de cinco nietos.
Fue profesor del Instituto Bíblico en Oberá (Misiones), en el Seminario Internacional Teológico Bautista de Buenos Aires; en la Escuela de Misiones y Plantación de Iglesias (EMPI) de Córdoba, y ha dado conferencias en instituciones e iglesias en varios países de América Latina y los Estados Unidos de América. Por varios años trabajó como Director de Evangelismo de la Unión Bautista Latinoamericana, y por más de 10 años fue su Secretario Ejecutivo, y Director para América Latina de la Alianza Bautista Mundial. Ha sido presidente de la Confederación Evangélica Bautista de Argentina, presidente de la Asociación de Pastores Bautistas de Argentina; del Consejo de Pastores de La Plata y alrededores, y también del Consejo de Pastores de Berisso.
Actualmente Presidente de UBLA (Unión Bautista Latinoamericana).